A 6 AÑOS DE LA LEY DE INCLUSIÓN LABORAL: ¿CÓMO HEMOS AVANZADO?

La Ley Nº21015 entró en vigencia el 1 de abril de 2018, pero aún existen barreras que se deben enfrentar.

martes 30 abril 2024

Se aprecian 9 silueta de personas de colores rojo, azul, celeste, naranjo, turquesa y rosado, entre hombres y mujeres que van caminando y/o trasladándose de un lado a otro, por lo que todas están de perfil. Algunas se encuentran con bastón, otras con silla de ruedas, otras con muletas y otras con silla de ruedas eléctrica. El fondo es azul marino.<br />

La Ley de Inclusión Laboral obliga a que las empresas de 100 o más trabajadores tengan contratadas —al menos— el 1% de personas con discapacidad, con el objetivo de remediar la baja participación de este grupo en el mercado laboral. Ello que se traduciría en 11.620 empresas con dicha obligación, de acuerdo a estimaciones del SII.

 Este mes se cumplieron 6 años de la entrada en vigencia de la ley, y surge la duda: ¿cómo estamos, actualmente, en materia de inclusión laboral?

Foto 2: Mujer de tes blanca y pelo café, con chasquilla. Está sonriendo y mirando a una dirección distinta a la cámara. Se encuentra levemente apoyada en una de sus manos. El fondo se ve borroso con colores verdes.<br />

Isidora Muñoz vive en Bulnes, en la región de Ñuble, es diseñadora gráfica y tiene discapacidad física. Desde noviembre de 2021, trabaja en el Contact Center Konecta cumpliendo funciones como como ejecutiva de atención telefónica y para ella la Ley de Inclusión Laboral ha sido gratificante. “Al principio estuve bastante abandonada, porque las empresas no estaban preparadas para recibirme. Les encantaba mi currículum, pero cuando se enteraban que tenía discapacidad, decían: ‘Mira, no se va a poder, porque la oficina está en un tercer piso y no tenemos ascensor’. Afortunadamente, ahora estoy en una empresa que se preocupa de mis necesidades y, al trabajar, me siento realizada como persona”.

Hombre de tes clara, de pelo castaño oscuro y ondas. Está mirando a una dirección diferente a la cámara. Está ocupando una chaqueta negra.<br />

Jaime Valdebenito tiene 30 años y vive en Linares. Está trabajando hace un año y 3 meses en la empresa Aporta Contact Center como monitor de calidad, donde debe analizar los llamados y verificar que los ejecutivos hayan efectuado correctamente sus labores. “Al principio, es difícil, porque las empresas suelen tener miedo o nervios de contratar a una persona con discapacidad. Gracias a la ley, podemos demostrar que sabemos y podemos trabajar como todos”.

Hombre de tes clara, de pelo oscuro y ocupa barba corta. Se ve muy sonriente mirando a la cámara. Ocupa una camisa blanca.

Para Daniel Concha, Director Nacional del Servicio Nacional de la Discapacidad, “la ley marca un hito cultural, porque cambia la percepción que teníamos de la inclusión laboral. Antes, se creía que dar trabajo a personas con discapacidad era un favor y la ley da un giro, y establece que es un derecho. Además, se eliminó el artículo que establecía que se podía contratar a personas con discapacidad por menos del sueldo mínimo”.

 CIFRAS

 Pese a los importantes avances, las cifras revelan que todavía hay brechas que se deben superar. Por ejemplo, el Tercer Estudio Nacional de la Discapacidad señaló que mientras el 62,1% de la población sin discapacidad se encuentra ocupada, este número sólo llega al 40% en el caso de las personas con discapacidad. 

 Por otro lado, de acuerdo a los análisis presentados por Fundación ConTrabajo, desde la entrada en vigencia de esta norma (2018) hasta diciembre de 2023, se han registrado 134.287 contratos, de los cuales 57.198 (43%) se mantienen vigentes y 77.089 (57%) se encuentran finalizados. Además, señala que los cupos laborales asociados a la cuota del 1% estarían siendo ocupados, principalmente, por trabajadores que, al inicio de la Ley de Inclusión Laboral (2018), ya participaban del mercado regular del trabajo. 

 Según Ivanna Sáez, Directora Ejecutiva de la Fundación, “este fenómeno respondería, en su mayoría, a lo que llamamos acreditación interna, es decir, la búsqueda que realizan las empresas de trabajadores que son parte de la organización, desde antes del inicio de esta ley. Esto también dejaría en evidencia que sólo 20% del total de contratos corresponden a nuevos puestos laborales”.

 Por otra parte, de los contratos registrados bajo la Ley Nº21.015 hasta diciembre de 2023, sólo el 35,4% (48.193) corresponden a mujeres. Esta baja tendencia de participación femenina, se aprecia desde que entró en vigencia la normativa. 

 Si se considera territorialmente, la Región Metropolitana (47,3%) es la que registra la mayor cantidad de trabajadores con discapacidad a diciembre de 2023, seguida por la Región del Biobío (8,5%) y la Región de Valparaíso (7,9%), lo que se ajusta a las regiones del país con mayor cantidad de habitantes con discapacidad, de acuerdo al Tercer Estudio Nacional de la Discapacidad.

Finalmente, el estudio de Fundación ConTrabajo señala que la ausencia de data y mecanismos eficaces para registrar, analizar y proporcionar información actualizada respecto a la evolución de la ley de inclusión laboral en Chile, representa uno de los principales desafíos para organismos del Estado, ya que, a 6 años de la entrada en vigencia de la Ley, se carece de información oficial respecto a la cantidad de empresas afectas a la norma, así como también se desconoce cuántas organizaciones del sector privado cumplen efectivamente con la cuota del 1%.

 CÓMO MEJORAR

Según Daniel Concha, todavía existen y persisten barreras actitudinales, como colegas de trabajo que no entienden bien lo que es la inclusión laboral, así como también de adecuaciones, sobre todo si no se les pregunta a las personas con discapacidad cuáles son las que  se necesitan. “En Senadis, habilitamos una plataforma dirigida para el sector público, para que los municipios envíen sus informes de inclusión laboral y saber cuántas personas con discapacidad están siendo contratadas. Es una herramienta importante para tener una trazabilidad”.

Por otro lado, las modificaciones a la ley que se están llevando a cabo en el Congreso, buscan generar un nuevo régimen de multas y se van a limitar las donaciones como medida alternativa para las empresas que no cumplan con la cuota del 1%. Además, se entregarán mayores recursos a la Dirección del Trabajo para que puedan contratar más personas para la fiscalización a empresas privadas acerca del cumplimiento de la ley.

 En el caso del sector público, se está considerando incorporar la figura del gestor de inclusión, que actualmente ya es ley en el sector privado. Asimismo, se está viendo homologar los estudios que se hacen en escuelas especiales con cuarto medio, porque, hasta el día de hoy, para entrar al sector público hay que tener cuarto medio rendido.

 FUNDACIÓN SOFAN

 Mientras se esperan los cambios a la ley, surgen iniciativas sociales como el Programa SOFÍA, a cargo de SOFAN y Fundación MC, que busca mejorar el perfil laboral de jóvenes con discapacidad en todo el país. El programa ha apoyado a más de 150 personas, a través de talleres, procesos de acompañamiento y vinculación con empresas para la inserción laboral.

“SOFAN me ayudó a encontrar una empresa dónde están preocupados de saber si yo tengo todos mis implementos, si necesito permiso para ir al médico. También realizan capacitaciones al resto de los trabajadores para que sepan lo que es la inclusión y que no somos tan distintos de ellos”, asegura Isidora Muñoz.

 Por su parte, Jaime Valdebenito cuenta que “en SOFAN me dieron la oportunidad y gracias a eso pude aprender todo lo que necesitaba para implementarlo en mi trabajo actual. Es un proceso de mucho aprendizaje y una experiencia muy bonita. Muy difícil al principio, sin embargo, con el tiempo ha sido gratificante”.

 Para conocer más sobre inclusión laboral en Chile, los interesados pueden ingresar al Live que Fundación SOFAN llevó a cabo junto a Daniel Concha, Jaime Valdebenito e Isidora Muñoz, en el siguiente link.